Centro Fonseca

Fe

El “Servicio de la Fe” es medular en nuestro Centro.

Entresacamos palabras del P. Kolvenbach que, en una charla a los universitarios de Estados Unidos, se refiere a la Congregación General 32, principalmente en su Decreto 4º: «En el contexto de siglos de espiritualidad jesuita, «el servicio de la fe» no puede significar otra cosa que llevar a nuestro mundo el don contracultural de Cristo. Desde sus orígenes en 1540, la Compañía de Jesús recibió el encargo solemne y oficial de «la defensa y propagación de la fe». Para los jesuitas, la defensa y propagación de la fe es una cuestión de vida o muerte, aun cuando las mismas palabras puedan cambiar.

Nuestra meta no es hacer prosélitos ni imponer nuestra religión a otros, sino más bien presentar, con un espíritu de amor hacia todos, a Jesús y su mensaje del Reino de Dios.

«Recuerdo que, precisamente en esta basílica, en una intervención durante el Sínodo Romano, cité unas palabras que me había escrito Hans Urs von Balthasar:“La fe no debe ser presupuesta sino propuesta”. Así es. De por sí, la fe no se conserva en el mundo, no se transmite automáticamente al corazón del hombre, sino que debe ser siempre anunciada. El anuncio de la fe, a su vez, para que sea eficaz debe comenzar por un corazón que cree, que espera, que ama, un corazón que adora a Cristo y cree en la fuerza del Espíritu Santo».  Benedicto XVI, 13 de junio de 2011, Basílica de San Juan de Letrán.